Se cuenta que el maestro Tsukahara Bokuden se encontraba en una balsa junto a otros pasajeros para atravesar un lago, y entre ellos llamaba la atención un joven samurai que fanfarroneaba sin cesar de sus múltiples hazañas en combate, hasta que se percató de la presencia del viejo maestro que se mantenía apartado en un extremo del pontón…
El joven fanfarrón se dirigió a él en estos términos:
- Eh tú, si llevas un par de sables y eres samurai, ¿Por qué no dices algo?
- Yo pertenezco a otra escuela y estilo que no busca vencer a los demás, sino simplemente no ser vencido.
El irrespetuoso provocador, sorprendido por la respuesta, preguntó:
- ¿Y cuál es tu escuela, qué nombre tiene…?
- La escuela del combate sin armas…
- No creerás que podrías vencerme a mi sin tus sables.
- Es una cuestión que no me preocupa –respondió Bokuden.
Herido en su orgullo y encolerizado, el joven ordena al barquero que lleve la balsa a la orilla más próxima para combatir con el viejo maestro, pero éste le propuso dejar primero a los pasajeros, y luego alcanzar una isla cercana con una barca ellos dos solos.
Así lo hicieron, y al llegar a la orilla el samurai impaciente saltó a tierra y desenfundó su sable preparándose para el combate.
Bokuden hizo ademán de saltar a tierra, pero de repente cogió el remo e impulso la barca aguas adentro, alejándose de la isla, y dejando al provocador lleno de furia y sorpresa, mientras el viejo maestro le decía:
- Te das cuenta, esta es la forma de vencer sin armas y sin combatir.
jueves, 2 de junio de 2011
Vencer sin combatir
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1 comentario:
me encantan estas historias..
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