martes, 4 de mayo de 2010

KOKYU: Respirar practicando Aikido

No os voy a hablar del acto físico en sí sobre el que se se basa la respiración... En aikido, este ciclo tiene una fuerte influencia en la habilidad de ejecución de la técnica. Al mismo tiempo, ya que realizamos una actividad física, es un punto importante que afecta al grado de fatiga/cansancio causado por los movimientos.
Dependiendo del movimiento a realizar, respiraremos poco o muy profundamente o retendremos la respiración brevemente o por un largo periodo... Durante la ejecución de una técnica, el patrón típico es inspirar a la hora de absorber y espirar a la hora de proyectar. Hasta aquí imagino que todos de acuerdo ¿no? Para concentrar nuestro "ki" en un punto, detengámonos durante "una milésima" de segundo (en el momento justo del cambio de inspirar a espirar) para enfocar el punto sobre el que se desarrolla la acción (sobre el punto en el que debemos proyectar). Sin embargo, si dejamos de respirar por mucho tiempo, el grado de deficiencia de oxigenación en nuestro cuerpo aumentará y empezaremos a tener una necesidad mayor de oxígeno, lo cuál nos forzará a respirar más fuerte: esto es lo que hace que nos cansemos. Cuanto menos tiempo "detengamos" la respiración, mejor. Esta es la razón por la que en Aikido debemos ejecutar las técnicas rápida y fluidamente: buscando una continuidad en el mismo acto natural de la respiración. Como patrón cíclico que es, estos elementos forman ritmos complejos dependiendo de la técnica, el movimiento y la velocidad. Cuando el ritmo de la respiración en una técnica o técnicas consecutivas es bien ejecutado, en otras palabras, cuando el cuerpo logra un ritmo, podemos movernos fácilmente y desplegamos un poder muy fuerte de concentración ("KI"), incrementando la efectividad de una técnica. El dominar este “kokyu” (poder de respiración) y poder de concentración es más difícil de lo que podemos pensar. Debemos aprender "con el cuerpo" a través de la constante práctica y estudiar cómo equilibrar la acentuación y duración de las fases de inspiración, retención y espiración, con cambios suaves del "centro" y la forma en la que movemos el cuerpo con ritmo. Así, finalmente conseguiremos ser capaces de mover el cuerpo ligera y fácilmente y, lo que es más importante, nos daremos cuenta de la mejora en la efectividad de la técnica en detrimento del grado de fatiga. Entenderemos/comprenderemos muchísimo mejor (junto a otros principios básicos) lo maravilloso que es el Aikido: disfrutaremos más y mejor de la práctica.

Valga esta serie de "consejos básicos" para lograr esta mejora:
INSPIRA - Cuando levantes los brazos, cuando Uke se acerque (absorber)  y cuando avances (irimi)  
ESPIRA - Cuando bajes los brazos, cuando Uke se aleje (proyectar) y cuando retrocedas.
Intentad conscientemente llevar a la prácica esta serie de consejos: un día os dareis cuenta que ya no os hace falta pensar en ello y así, vuestro cuerpo lo habrá asimilado. A mí me sirve en mi práctica diaria, espero que a vosotros también...

PD: Con esto no quiero sentar cátedra ni mucho menos, pues he podido comprobar (de la mano de R. Regaño 7ºDan AEAT p.ej.) que existen otras formas de trabajar el "KOKYU"... Pero probad, de veras, que a mí me ha ido muy bien... creo! :P .

No hay comentarios: