Este post no tiene relación directa con Aikido, pero me recuerda mucho a una conversación que suelo tener a menudo con mis familiares:
- Niño, ¿y tú piensas dar clases de Aikido toda la vida?, eso está bien ahora que eres joven, pero dentro de unos años ya veremos. Búscate un trabajo de verdad…
- Ojú omá, déjame en paz y échame más papas fritas!!
Perdón por la expresión, pero ¡ole sus huevos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario