A diferencia de las artes marciales JUTSU, las llamadas DO anteponen el espíritu de la práctica a la técnica.
En la obra “Los veinte principios rectores del Karate”, de Gichin Funakoshi, narra la siguiente historia que muestra el verdadero espíritu de la práctica del aikido:
Entre los discípulos de Bokuden había un hombre de extraordinaria destreza técnica. Caminando por la calle, este discípulo pasó junto a un caballo asustadizo que, de repente, le lanzó una coz, pero él giró hábilmente el cuerpo para esquivarla y evitó la lesión. Los transeúntes que lo presenciaron decían: “ Bien merece que se diga de él que que es uno de los mejores discípulos de Bokuden. Bokuden seguramente le transmitirá sus secretos, aunque no se los pase a nadie más”.
Pero cuando Bokuden se enteró del incidente, se llevó una desilusión y dijo: “le he juzgado mal”, y luego expulsó al discípulo de su escuela.
La gente no podía entender la manera de pensar de Bokuden y decidieron que nada podía hacerse aparte de observar cómo se comportaba el propio Bokuden en similares circunstancias.
Para ello, en una carretera por la que sabían que pasaría Bokuden engancharon a un carro un caballo de pésimo humor. Observándole de lejos a escondidas, se quedaron sorprendidos al ver a Bokuden evitar al caballo cruzándose al otro lado de la carretera.
Les pilló desprevenidos este resultado inesperado, y después, confesando su estratagema, preguntaron a Bokuden la razón de que hubiera expulsado repentinamente a su discípulo.
Bokuden respondió: “ Una persona con una actitud mental que le permite pasar despreocupadamente junto a un caballo sin considerar que pueda encabritarse es un caso perdido, por mucha técnica que estudie. Creí que era una persona de mucho mejor juicio, pero yo estaba equivocado”.
1 comentario:
...desgraciadamente hago del JUTSU mi DO!!! Aún ando verde :D Poco a poco, no????
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